domingo, 28 de diciembre de 2014

Algo interesante sobre La Navidad

Algo interesante sobre La Navidad

¡Hola queridos amigos!

Una vez más ha llegado la Navidad y a muchos de nosotros nos invade la melancolía, porque todos tenemos ausencias y cambios que no siempre han sido para mejor, aun así, os invito a que recordemos todo lo  bueno que tenemos y disfrutemos de estas fechas porque son parte de nuestro presente, de este presente que muy pronto será pasado, y se convertirá en el recuerdo que alimentará nuestro futuro y el de quienes nos rodean, de manera que pensemos también en ellos y vivamos unas bonitas fiestas.

Quienes no están eran felices cuando nosotros sonreíamos, cuando estábamos contentos, de manera que démosle gusto, amemos su recuerdo, sus enseñanzas… Seamos felices y hagamos felices a quienes más queremos.





En Navidad conmemoramos el nacimiento de alguien que trajo al mundo unión y entendimiento, y por alguna razón se sienten en el ambiente de estas fechas, y hasta estamos más dispuestos a practicarlos; hagámoslo entonces y comencemos por entendernos, por valorarnos, por hacer lo que nos permite sentirnos bien y así podremos regalar alegría y sonrisas. Podremos ser altruistas.

Dicho esto os cuento un poquito de esas tradiciones que nos acompañan año tras año, para que conozcamos como surgió lo que hoy vemos y hacemos.


La Navidad se celebra desde el siglo IV, y, aunque según las investigaciones Jesús llegó al mundo entre el 25 de marzo y el 20 de mayo, se conmemora en diciembre porque la iglesia Católica quiso aprovechar el tiempo en el que se celebraban diversas fiestas paganas, para hacer más fácil la conversión. Hacían fiestas a sus dioses, se sustituyeron por otras y el cambio fue más llevadero.

Iniciamos la conmemoración de la Navidad con la cena de Nochebuena. Esta costumbre nació en Europa y se tomó de una fiesta pagana que hacían los romanos a Saturno, el Dios de la agricultura. Ellos le agradecían los productos que le brindaba y nosotros representamos en ella la abundancia que Cristo nos trae con su llegada.  

Después de la cena se hace la Misa del Gallo, que fue instaurada por el papa Sixto III, ya en el siglo V. Casi un siglo después de comenzar a celebrar la Natividad; y en ella se narra el nacimiento de Jesús y se cantan villancicos propios de cada país.




Al irse extendiendo la conmemoración fue adquiriendo diversos matices de otras culturas hasta llegar a como la conocemos hoy.

Entre la gran suma que incluye esta celebración hallamos un infaltable: el árbol de Navidad. Precioso, alegre y una tradición que proviene de Alemania, y es que los antiguos germanos rendían culto al dios Odín, y para hacerlo cantaban y bailaban alrededor de un encino que adornaban con antorchas para representar a la luna y al sol.

Luego, durante la evangelización, San Bonifacio derribó el encino y plantó un pino, al que adornó con manzanas y velas con las que representó al pecado original y a la luz del mundo, que llegaba a través de Cristo.


Plaza Mayor de Salamanca



Hay además alguien muy importante y esperado por todos: San Nicolás, Papá Noel o Santa Claus.  

Su existencia está basada en la vida de San Nicolás de Bari, un chico que nació en Turquía y quedó huérfano muy joven. Al hacerlo decidió hacerse sacerdote, y dono la fortuna que había heredado a los pobres.

Llegó a ser obispo, fue bueno siempre con los necesitados e hizo varios milagros entre los que revivió a unos niños que habían fallecido, de manera que su generosidad se popularizó en Europa con la entrega de golosinas y regalos a los pequeños.

Durante el tiempo de la colonia fue llevado a Norte América por los holandeses, con el nombre de Sinterklaas, y los estadounidenses lo popularizaron como Santa Claus. Luego, entre los escritores Washington Irving y Clement Moore, le hicieron la vida que conocemos: Santa Claus vive en el Polo Norte, concretamente en Finlandia, viaja en su trineo tirado por renos, se mete por las chimeneas… Y su figura se la debemos al caricaturista alemán Thomas Nast, quien lo dibujó gordito, y a una conocida marca de refrescos que lo vistió de rojo para una propaganda en 1931, y así se quedó.

Total que, como todo, San Nicolás, Papá Noel o Santa Claus, es una mezcla entre realidad y creatividad, y en algunos lugares de Europa llega el 6 de diciembre, el día de su santo, y deja los regalos en lugares como Alemania o Bélgica, aunque los niños no los abren hasta el 24.




En España llegan los regalos con los Reyes Magos, personajes basados en el relato bíblico del nacimiento de Jesús, y lo hacen la noche del 5 al 6 de enero. A pesar de que se celebra con grandes cabalgatas y de todas las tradiciones que de España se llevaron a América Latina, la llegada de los Reyes es una festividad casi exclusiva de España.





También Italia tiene su entrega de regalos la noche del 5 al 6 de enero, pero a los pequeños que allí residen se los lleva la Befana o Epifanía, una brujita sonriente que vuela en una escoba, usa un pañuelo o un sombrero, y sus ropas son viejas y están sucias por la ceniza de las chimeneas.

Según la leyenda, no quiso ayudar a los Reyes Magos a encontrar el camino hacia Belén, pero luego se arrepintió y, para ser perdonada, llenó una canasta con dulces que iba dejando en cada casa por si alguno de los pequeños era el Niño Dios.

Hay más personajes que traen regalos en diferentes lugares, pero hoy solo hablaré de uno más, y es el Niño Jesús.

Sí, el pequeño llega con regalos en países tan distintos como Portugal,  Austria, Suráfrica, Guinea, Colombia o Venezuela, de manera que su llegada es doblemente esperada en muchos sitios.

Recordamos su nacimiento con un belén, nacimiento o pesebre, y, aunque encontraron figuras del siglo IV entre las catacumbas de la basílica de San Sebastián de Roma, y que San Francisco de Asís hizo una representación que incluía animales en 1223, poner el Belén se hizo común en Nápoles, Italia, sobre 1448.

Entonces se extendió a otros países de Europa, pero solo se ponía solo dentro de las iglesias, hasta que, en 1759, Carlos III lo trajo a España y se hizo costumbre entre los nobles españoles, de ahí pasó al resto de la población y llegó a América.  

Belén que imita el estilo del escultor murciano Francisco Salcillo





Ya que en España le llamamos Belén, os cuento que en Belén celebran la Navidad en 3 fechas diferentes.

Y esto sucede porque los católicos seguimos el calendario gregoriano, los ortodoxos siguen el calendario juliano y su Navidad es el 6 de enero, y los armenios tienen su propio calendario y para ellos la Navidad es el 19 de Enero.

También en Rusia católicos y ortodoxos conmemoran en dos fechas diferentes, aunque el estado ruso sigue el calendario gregoriano.

Hay algo en lo que todos coincidimos, y es en adornar las casas y mandar felicitaciones navideñas. Quiero contaros que estas costumbres nacieron en Inglaterra, aunque hayan sido popularizadas y exportadas al resto del mundo por los estadounidenses,  igual que el pavo asado relleno.

Las Navidades típicas europeas se caracterizan por el frío, la nieve, los mercadillos en las plazas y calles, e incluyen características únicas, algunas ya mencionadas y otras que nos resultan tan interesantes como por ejemplo que en Polonia comiencen a celebrar la Nochebuena a las 16:00, porque ya es de noche y que, antes de la cena, compartan el Oplatek en familia, una hostia grande sin consagrar, como símbolo de unión, y que además dejen un lugar en la mesa para recibir al peregrino que pueda tocar sin un lugar a donde pasar su Navidad…

O la misa que hacen en Finlandia, para que las familias conmemoren con sus fallecidos a las 17:00 del día 24, en la que colocan velas encendidas sobre la nieve que cubre las tumbas y en la que se refleja la importancia del amor entre un espectáculo hermoso… o que el 26 se den baños de sauna.


Pueblo de San Nicolás en Finlandia






También el 26 es festivo en Inglaterra, y es que conmemoran el “Boxin Day”, día de las cajas, en el que se hacen diferentes juegos deportivos y actos de caridad.  

La Navidad en España comienza a prepararse antes de diciembre en casas, negocios y calles, con adornos e incluso en algunos comercios se ponen mantecados y botellas de vino para que los clientes puedan degustarlos.

Los estudiantes tienen vacaciones navideñas entre el 21 de diciembre y el 8 de enero, sin embargo el día que se considera como el inicio de la Navidad es el 22 de diciembre, porque ese día tiene lugar el sorteo de la Lotería de Navidad, el más importante del mundo ya que reparte una gran cantidad de dinero y además se celebra desde el año 1763, lo que lo hace ser parte de nuestro acervo cultural.

Es muy tradicional poner el Belén e incluso se hacen concursos y representaciones de belenes vivientes. Junto a ellos y por las calles van pasando grupos de niños e incluso de mayores que cantan villancicos acompañados por panderetas y zambombas, y que llega a los pueblos donde los niños piden su aguinaldo y reciben dinero, dulces o caramelos.

La cena de Nochebuena se vive en familia y el menú puede incluir cochinillo, cordero, pavo y mariscos, seguido de turrones, mazapanes, nueces y polvorones; vinos, cava o sidra, y, aunque se va perdiendo un poco, luego se va a la Misa del Gallo.





Tras la Nochebuena llega el día grande de la Navidad, en el que se reúne de nuevo toda la familia y se intercambian regalos, aunque los principales son los que llegan con los Reyes.
El 28 de diciembre es importante porque es el día de los Santos Inocentes y se hacen bromas entre familiares y amigos, además de cantar aguinaldos.

El fin de año se celebra por todos entre familiares y amigos y se vive en las casas, en las calles y hay la tradición de disfrutar de las campanadas desde la Puerta del Sol mientras se comen las 12 uvas y se brinda por el nuevo año.

Finalmente, el 6 de enero se hacen las grandes cabalgatas de Reyes que despiertan la gran ilusión de todos los niños. Incluyen carrozas espectaculares y lanzan caramelos, dulces, pequeños juguetes y confeti, despertando además la ilusión de los no tan niños. Y, por supuesto, no puede faltar el delicioso roscón de reyes relleno de nata. Esta fecha marca el final de las celebraciones.





Dejamos ahora a Europa, aún con mucho por descubrir, y nos vamos a conocer un poquito de otras Navidades en las que se ha mezclado maravillosamente la influencia europea y la identidad de los indígenas.

Lo primero que encontramos es la diferencia en el clima, porque su Navidad transcurre entre calor. Son países en los que no hay invierno o tienen las cuatro estaciones, y la época navideña tiene lugar cuando es verano, entre ellos Australia, Nueva Zelanda… parte de África y centro y sur América.

Hoy comentaré algunas tradiciones de dos países de Suramérica. Comenzamos por Venezuela, porque la Navidad de Venezuela es una gran mezcla, ya que ha sido el destino de inmigrantes europeos desde siempre, y muy atractiva para los de otras nacionalidades más recientemente, de manera que en Venezuela se comen las uvas de los españoles, las lentejas de los italianos, el arroz de los chinos, la tarta negra de los alemanes, se brinda con sidra champagne o cava para disfrutar de las burbujas de la felicidad; se sale con las maletas para viajar y, por supuesto, se toma un buen baño para empezar el año limpios y ropa interior amarilla, además de comprar ropa nueva para la ocasión, sobre todo en fin de año.

En Venezuela no hay frío, porque allí siempre es verano, y la navidad coincide con la temporada de béisbol, el deporte estrella del país, y como no se juega en todo el año, causa un gran furor cada temporada, los niños tienen vacaciones entre el 17 de diciembre y el 7 de enero, y la gente cobra sus aguinaldos, esto, arrimado al carácter caribeño y alegre de la gente, hace que la fiesta sea total.

El olor a Navidad comienza en Venezuela cuando se escuchan las gaitas, que no nacieron para celebrar esta época si no para agradecer a la Virgen de Chiquinquirá, pero que se han convertido en parte de la fiesta decembrina y se escuchan en todo el país. Empiezan a sonar en las radios sobre septiembre y con ellas despiertan las ganas de fiesta.   

Desde hace unos 15 años aproximadamente, el 21 de diciembre llega, procedente del norte de Europa, el Espíritu de la Navidad; de manera que se limpia muy bien la casa, se encienden velas de color azul y aromas de mandarina o limón, y se abren las ventanas entre las 10:00 y las 12:00 de la noche.

Esa noche se escriben, en pequeños trozos de papel, deseos de bienestar y paz mundial, y también personales, y se guardan hasta el año siguiente. Se queman además los deseos del año anterior que se han cumplido, y se dejan pendientes lo que están por cumplirse.

En un ritual hermoso en el que parece que el fresco navideño, que impera en la época, trajera a través de las ventanas una esperanza, una ilusión diferente.  

Hace años, las familias celebraban las fiestas en la calle, después de asistir a la Misa de Gallo, sacaban sus mesas, sillas, luces y comida, y se reunían con los vecinos. Cantaban villancicos y parrandas, un género musical en el que se expresan las vivencias de la temporada, y que solo se escucha en esta época.





Lamentablemente, hoy, de todo aquello solo quedan las patinatas que, por supuesto, ya no se hacen en la noche, y las parrandas, aguinaldos, gaitas y villancicos propios como “El burrito sabanero” o “Si la virgen fuera andina”, suenan en las radios y televisoras, y solo se cantan en vivo en las calles de algunos pueblos pequeños, donde la inseguridad es menor.    

Unos días antes de Noche Buena se preparan las hallacas, una comida típica que solo se hace para Navidad y que surgió al mezclar dos culturas: la indígena y la española.

Para hacerlas son necesarias hojas de matas de plátano, pasadas por el fuego, limpias, cortadas en trozos y se unta una parte con aceite y onoto, sobre ella se pone masa de maíz amarillo hecha con caldo de gallina o manteca de cerdo, se extiende y se rellena con un guiso hecho con carne de cerdo, gallina, ternera, aceitunas, uvas pasas, tocineta, cebolla y pimentón, y luego se cierra de forma que la masa cubra todo el guiso, se envuelven bien dentro de la hoja de plátano, se amarran y se cocinan en agua hirviendo, cuando están listas se guardan en la nevera. 

El día que se hacen se reúne la familia y es muy bonito porque todos colaboran y bailan al ritmo de gaitas y parrandas, entre cafecitos, cubatas, cervecitas... y, por supuesto, ese día se prueban en medio de la fiesta y unión familiar.

Cuenta la historia que los indígenas que conocían la hoja de plátano y el maíz, se acercaron a los españoles en la época de la colonia para pedirles de su guiso, como no hablaban la lengua, llegaron con la masa extendida y les hicieron señas con la mano como diciendo allá – acá, y así nació la hallaca.

Las hallacas están presentes en la cena de noche buena y la comida de Navidad, y se acompañan por pernil de cerdo al horno, ensaladilla de gallina y pan de jamón.


Cena de Navidad venezolana




El pan de jamón es un pan largo entre dulce y salado, que se amasa con un toque de papelón, el papelón está hecho con caña de azúcar y así se le da el toque autóctono, la masa se estira y se rellena con jamón york o serrano, aceitunas, uvas pasas, panceta, se enrolla y se mete al horno. 

Se hacen postres típicos, como el dulce de lechosa, y otros en los que está presente la inmigración como el panettone italiano, el turrón, las almendras, avellanas y nueces españoles, la tarta negra alemana…

Aún hoy, con todos los problemas que hay en Venezuela, me atrevo a decir que si alguien pasa Navidad y Fin de Año solo es porque la inseguridad le impide salir, el miedo a volver de noche a su casa, porque la gente en general es buena y siempre hay un familiar o amigo con quien disfrutar de estos días especiales.

Se lanzan además muchos fuegos artificiales y se hacen de forma espontánea e individual, tanto quienes viven en urbanizaciones de la alta sociedad como quienes residen en los ranchitos más pobres. El 31, es realmente impresionante, empiezan sobre las 8 – 9 pm  y a las 12 hay una gran explosión que dura hasta la 1.

El 31 hay además alguien muy especial a quién abrazar, y es a la madre, porque la sociedad Venezolana está representada por la figura materna, el padre no suele estar muy presente, de manera que todo el mundo va a darle el feliz año a su mamá.

Y ahora vamos a conocer un poco de la Navidad en Perú, porque aun siendo países hermanos y viviendo la Navidad con mucha alegría, tienen sus diferencias.

Comenzamos por la música Navideña, y es que en Perú priman por sobre todo los villancicos, y, aun cuando cuentan con diferentes grupos que los interpretan, hay uno que sobresale entre todos y que ya tiene 40 años. Se llaman “Los Toribianitos” y está integrado por niños que tienen entre 6 y 12 años. Durante el año interpretan diferentes ritmos: cumbia, salsa… y en Navidad cantan villancicos hermosos y alegres, que son parte indiscutible del folklore de Perú, como “El cholito Jesús” o “Marineras norteñas”. 

Se escuchan en todos lados y se bailan en los colegios, en eventos públicos y en las casas, y para hacerlo se coloca al niño Dios en el centro y se le da un rodeo bailando al son de la marinera, es un ritmo que tiene dejes de flamenco como el zapateado y el arte de algunos movimientos, pero es diferente y propio.




Estos villancicos son infaltables en las fiestas navideñas y en los hogares peruanos, no importa en qué lugar del mundo se encuentren. Son muy alegres y tiernos, y la gente los vive de verdad, eso hace que sus Navidades sean realmente bonitas. Los escuchan, los bailan y son días en los que disfrutan de la fiesta, de lo que significa la llegada de Jesús al mundo y de la unión familiar.

En la cena de Nochebuena está presente el pavo relleno acompañado por diversas ensaladas, entre ellas la de pallares (alubias), terrada (remolacha), manzana… El niño Jesús permanece tapado en el nacimiento hasta que llegan las 12, y se le descubre mientras se le canta un villancico, y se toma chocolate con panettone en familia y enseguida se va a la Misa de Gallo, algo tan importante que incluso se ponen carpas en los lugares alejados, donde no hay iglesias, para conmemorarla.

En la Sierra, que es la parte más indígena del país, hay una representación del Nacimiento que hacen los indígenas y van vestidos como tal, el niño Jesús con su chuguito (gorrito), la virgen María con su pollera serrana (falda), y san José con sus ojotas (sandalias rústicas). Una representación indígena total que no tiene nada que ver con la vida que lleva la gente de Perú pero que es la parte tradicional, la historia.

Tienen además una tradición muy arraigada e importante y es que la mamá le regala a su primera hija un nacimiento que consta del niño Jesús, San José y la Virgen, y la niña le va añadiendo figuras a medida que crece y lo pone cada Navidad en casa de sus padres, incluso cuando ya es adulta y no vive con ellos. En caso de que se vaya fuera del país lo tiene que dejar en herencia a alguien, puede ser una hermana... y esa persona lo sigue, a veces incluso la hija de esa persona, y así llega un momento en el que tiene demasiadas figuras y la familia decide reunirse para pararlo.  

En Argentina se disfruta también de las vacaciones de verano igual que en toda Sudamérica, 3 meses de vacaciones que hacen que la gente esté llena de energía y ganas de vivir, y se reúnen en familia, comen pollo relleno, asados, ensalada rusa, ensaladas de frutas con helado, champagne, sidra, vino, panettone, nueces, almendras…

Resisten el calor con baños en las piscinas o van a la playa, y cantan villancicos típicos, como Misa Criolla de Ariel Ramírez en el que están presentes ritmos tradicionales de Argentina.

En Uruguay se repiten muchas de las tradiciones del resto del mundo, ya que es un país nutrido de inmigrantes europeos que han aportado sus tradiciones y costumbres.

Disfrutan también de las vacaciones de verano y muchos viven estas fiestas en la playa. El 8 de diciembre es el día oficial para poner el árbolito, y después de eso hacen las compras navideñas.

Las familias se reúnen en Nochebuena, y los más católicos acuden a la Misa de gallo que se hace a las 21 para que luego puedan disfrutar de la cena.

Los que van llegando a compartir la cena de Nochebuena lo hacen con un regalo para cada uno de los demás, por lo tanto los asistentes se juntan con montones de regalos, y, por supuesto, los más favorecidos son los más pequeños, a los que visita algún tío o abuelo disfrazado de Papá Noel.

Papá Noel llega a todos los hogares, aun si es poco lo que puede llevar siempre va a llegar, así sea con una palabra de aliento o cariño.

Cenan cordero, asado, pollo, ensaladas, dulces, vinos, frutas abrillantadas, frutos secos… y no faltan las bebidas “muy espirituosas”, como le dicen ellos.

En fin de año brindan con sidra o champagne, y lanzan montones de fuegos artificiales que iluminan el mar y producen un espectáculo fantástico. Luego los jóvenes se van de fiesta y al día siguiente se reúnen todos de nuevo para seguir disfrutando. 

Bueno amigos, como os he contado muchas cosas, me despido ya impregnada por ese toque de fantasía y magia que ahora alimentamos, y que necesitamos en el diario vivir…

¡Hasta pronto!

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