Algo interesante sobre La Navidad
¡Hola queridos amigos!
Una vez más ha llegado la Navidad
y a muchos de nosotros nos invade la melancolía, porque todos tenemos ausencias
y cambios que no siempre han sido para mejor, aun así, os invito a que recordemos
todo lo bueno que tenemos y disfrutemos
de estas fechas porque son parte de nuestro presente, de este presente que muy
pronto será pasado, y se convertirá en el recuerdo que alimentará nuestro
futuro y el de quienes nos rodean, de manera que pensemos también en ellos y
vivamos unas bonitas fiestas.
Quienes no están eran felices
cuando nosotros sonreíamos, cuando estábamos contentos, de manera que démosle
gusto, amemos su recuerdo, sus enseñanzas… Seamos felices y hagamos felices a
quienes más queremos.
En Navidad conmemoramos el nacimiento
de alguien que trajo al mundo unión y entendimiento, y por alguna razón se
sienten en el ambiente de estas fechas, y hasta estamos más dispuestos a
practicarlos; hagámoslo entonces y comencemos por entendernos, por valorarnos,
por hacer lo que nos permite sentirnos bien y así podremos regalar alegría y
sonrisas. Podremos ser altruistas.
Dicho esto os cuento un poquito
de esas tradiciones que nos acompañan año tras año, para que conozcamos como
surgió lo que hoy vemos y hacemos.
La Navidad se celebra desde el
siglo IV, y, aunque según las investigaciones Jesús llegó al mundo entre el 25
de marzo y el 20 de mayo, se conmemora en diciembre porque la iglesia Católica quiso
aprovechar el tiempo en el que se celebraban diversas fiestas paganas, para hacer
más fácil la conversión. Hacían fiestas a sus dioses, se sustituyeron por otras
y el cambio fue más llevadero.
Iniciamos la conmemoración de la
Navidad con la cena de Nochebuena. Esta costumbre nació en Europa y se tomó de
una fiesta pagana que hacían los romanos a Saturno, el Dios de la agricultura. Ellos
le agradecían los productos que le brindaba y nosotros representamos en ella la
abundancia que Cristo nos trae con su llegada.
Después de la cena se hace la Misa
del Gallo, que fue instaurada por el papa Sixto III, ya en el siglo V. Casi un
siglo después de comenzar a celebrar la Natividad; y en ella se narra el
nacimiento de Jesús y se cantan villancicos propios de cada país.
Al irse extendiendo la conmemoración
fue adquiriendo diversos matices de otras culturas hasta llegar a como la
conocemos hoy.
Entre la gran suma que incluye
esta celebración hallamos un infaltable: el árbol de Navidad. Precioso, alegre
y una tradición que proviene de Alemania, y es que los antiguos germanos
rendían culto al dios Odín, y para hacerlo cantaban y bailaban alrededor de un
encino que adornaban con antorchas para representar a la luna y al sol.
Luego, durante la evangelización,
San Bonifacio derribó el encino y plantó un pino, al que adornó con manzanas y
velas con las que representó al pecado original y a la luz del mundo, que
llegaba a través de Cristo.
Plaza Mayor de Salamanca
Hay además alguien muy importante
y esperado por todos: San Nicolás, Papá Noel o Santa Claus.
Su existencia está basada en la
vida de San Nicolás de Bari, un chico que nació en Turquía y quedó huérfano muy
joven. Al hacerlo decidió hacerse sacerdote, y dono la fortuna que había
heredado a los pobres.
Llegó a ser obispo, fue bueno
siempre con los necesitados e hizo varios milagros entre los que revivió a unos
niños que habían fallecido, de manera que su generosidad se popularizó en
Europa con la entrega de golosinas y regalos a los pequeños.
Durante el tiempo de la colonia fue
llevado a Norte América por los holandeses, con el nombre de Sinterklaas, y los
estadounidenses lo popularizaron como Santa Claus. Luego, entre los escritores
Washington Irving y Clement Moore, le hicieron la vida que conocemos: Santa
Claus vive en el Polo Norte, concretamente en Finlandia, viaja en su trineo
tirado por renos, se mete por las chimeneas… Y su figura se la debemos al caricaturista
alemán Thomas Nast, quien lo dibujó gordito, y a una conocida marca de
refrescos que lo vistió de rojo para una propaganda en 1931, y así se quedó.
Total que, como todo, San Nicolás,
Papá Noel o Santa Claus, es una mezcla entre realidad y creatividad, y en
algunos lugares de Europa llega el 6 de diciembre, el día de su santo, y deja
los regalos en lugares como Alemania o Bélgica, aunque los niños no los abren hasta
el 24.
En España llegan los regalos con
los Reyes Magos, personajes basados en el relato bíblico del nacimiento de
Jesús, y lo hacen la noche del 5 al 6 de enero. A pesar de que se celebra con
grandes cabalgatas y de todas las tradiciones que de España se llevaron a
América Latina, la llegada de los Reyes es una festividad casi exclusiva de
España.
También Italia tiene su entrega de regalos la noche del 5 al 6 de enero, pero a los pequeños que allí residen se los lleva la Befana o Epifanía, una brujita sonriente que vuela en una escoba, usa un pañuelo o un sombrero, y sus ropas son viejas y están sucias por la ceniza de las chimeneas.
También Italia tiene su entrega de regalos la noche del 5 al 6 de enero, pero a los pequeños que allí residen se los lleva la Befana o Epifanía, una brujita sonriente que vuela en una escoba, usa un pañuelo o un sombrero, y sus ropas son viejas y están sucias por la ceniza de las chimeneas.
Según la leyenda, no quiso ayudar
a los Reyes Magos a encontrar el camino hacia Belén, pero luego se arrepintió y,
para ser perdonada, llenó una canasta con dulces que iba dejando en cada casa
por si alguno de los pequeños era el Niño Dios.
Hay más personajes que traen
regalos en diferentes lugares, pero hoy solo hablaré de uno más, y es el Niño
Jesús.
Sí, el pequeño llega con regalos
en países tan distintos como Portugal,
Austria, Suráfrica, Guinea, Colombia o Venezuela, de manera que su llegada
es doblemente esperada en muchos sitios.
Recordamos su nacimiento con un belén,
nacimiento o pesebre, y, aunque encontraron figuras del siglo IV entre las
catacumbas de la basílica de San Sebastián de Roma, y que San Francisco de Asís
hizo una representación que incluía animales en 1223, poner el Belén se hizo
común en Nápoles, Italia, sobre 1448.
Entonces se extendió a otros países de Europa, pero solo se
ponía solo dentro de las iglesias, hasta que, en 1759, Carlos III lo trajo a
España y se hizo costumbre entre los nobles españoles, de ahí pasó al resto de
la población y llegó a América.
Belén que imita el estilo del escultor murciano Francisco Salcillo
Ya que en España le llamamos
Belén, os cuento que en Belén celebran la Navidad en 3 fechas diferentes.
Y esto sucede porque los católicos
seguimos el calendario gregoriano, los ortodoxos siguen el calendario juliano y
su Navidad es el 6 de enero, y los armenios tienen su propio calendario y para
ellos la Navidad es el 19 de Enero.
También en Rusia católicos y
ortodoxos conmemoran en dos fechas diferentes, aunque el estado ruso sigue el
calendario gregoriano.
Hay algo en lo que todos
coincidimos, y es en adornar las casas y mandar felicitaciones navideñas. Quiero
contaros que estas costumbres nacieron en Inglaterra, aunque hayan sido
popularizadas y exportadas al resto del mundo por los estadounidenses, igual que el pavo asado relleno.
Las Navidades típicas europeas se
caracterizan por el frío, la nieve, los mercadillos en las plazas y calles, e
incluyen características únicas, algunas ya mencionadas y otras que nos
resultan tan interesantes como por ejemplo que en Polonia comiencen a celebrar
la Nochebuena a las 16:00, porque ya es de noche y que, antes de la cena,
compartan el Oplatek en familia, una hostia grande sin consagrar, como símbolo
de unión, y que además dejen un lugar en la mesa para recibir al peregrino que
pueda tocar sin un lugar a donde pasar su Navidad…
O la misa que hacen en Finlandia,
para que las familias conmemoren con sus fallecidos a las 17:00 del día 24, en
la que colocan velas encendidas sobre la nieve que cubre las tumbas y en la que
se refleja la importancia del amor entre un espectáculo hermoso… o que el 26 se
den baños de sauna.
Pueblo de San Nicolás en Finlandia
También el 26 es festivo en
Inglaterra, y es que conmemoran el “Boxin Day”, día de las cajas, en el que se
hacen diferentes juegos deportivos y actos de caridad.
La Navidad en España comienza a prepararse antes de diciembre
en casas, negocios y calles, con adornos e incluso en algunos comercios se
ponen mantecados y botellas de vino para que los clientes puedan degustarlos.
Los estudiantes tienen vacaciones navideñas entre el 21 de
diciembre y el 8 de enero, sin embargo el día que se considera como el inicio
de la Navidad es el 22 de diciembre, porque ese día tiene lugar el sorteo de la
Lotería de Navidad, el más importante del mundo ya que reparte una gran
cantidad de dinero y además se celebra desde el año 1763, lo que lo hace ser
parte de nuestro acervo cultural.
Es muy tradicional poner el Belén e incluso se hacen concursos
y representaciones de belenes vivientes. Junto a ellos y por las calles van
pasando grupos de niños e incluso de mayores que cantan villancicos acompañados
por panderetas y zambombas, y que llega a los pueblos donde los niños piden su
aguinaldo y reciben dinero, dulces o caramelos.
La cena de Nochebuena se vive en familia y el menú puede
incluir cochinillo, cordero, pavo y mariscos, seguido de turrones, mazapanes,
nueces y polvorones; vinos, cava o sidra, y, aunque se va perdiendo un poco, luego
se va a la Misa del Gallo.
Tras la Nochebuena llega el día grande de la Navidad, en el
que se reúne de nuevo toda la familia y se intercambian regalos, aunque los
principales son los que llegan con los Reyes.
El 28 de diciembre es importante porque es el día de los
Santos Inocentes y se hacen bromas entre familiares y amigos, además de cantar aguinaldos.
El fin de año se celebra por todos entre familiares y amigos
y se vive en las casas, en las calles y hay la tradición de disfrutar de las
campanadas desde la Puerta del Sol mientras se comen las 12 uvas y se brinda
por el nuevo año.
Finalmente, el 6 de enero se hacen las grandes cabalgatas de
Reyes que despiertan la gran ilusión de todos los niños. Incluyen carrozas
espectaculares y lanzan caramelos, dulces, pequeños juguetes y confeti, despertando
además la ilusión de los no tan niños. Y, por supuesto, no puede faltar el delicioso
roscón de reyes relleno de nata. Esta fecha marca el final de las
celebraciones.
Dejamos ahora a Europa, aún con mucho
por descubrir, y nos vamos a conocer un poquito de otras Navidades en las que se
ha mezclado maravillosamente la influencia europea y la identidad de los
indígenas.
Lo primero que encontramos es la
diferencia en el clima, porque su Navidad transcurre entre calor. Son países en
los que no hay invierno o tienen las cuatro estaciones, y la época navideña
tiene lugar cuando es verano, entre ellos Australia, Nueva Zelanda… parte de
África y centro y sur América.
Hoy comentaré algunas tradiciones
de dos países de Suramérica. Comenzamos por Venezuela, porque la Navidad de Venezuela
es una gran mezcla, ya que ha sido el destino de inmigrantes europeos desde
siempre, y muy atractiva para los de otras nacionalidades más recientemente, de
manera que en Venezuela se comen las uvas de los españoles, las lentejas de los
italianos, el arroz de los chinos, la tarta negra de los alemanes, se brinda
con sidra champagne o cava para disfrutar de las burbujas de la felicidad; se
sale con las maletas para viajar y, por supuesto, se toma un buen baño para empezar
el año limpios y ropa interior amarilla, además de comprar ropa nueva para la
ocasión, sobre todo en fin de año.
En Venezuela no hay frío, porque allí
siempre es verano, y la navidad coincide con la temporada de béisbol, el
deporte estrella del país, y como no se juega en todo el año, causa un gran
furor cada temporada, los niños tienen vacaciones entre el 17 de diciembre y el
7 de enero, y la gente cobra sus aguinaldos, esto, arrimado al carácter
caribeño y alegre de la gente, hace que la fiesta sea total.
El olor a Navidad comienza en
Venezuela cuando se escuchan las gaitas, que no nacieron para celebrar esta
época si no para agradecer a la Virgen de Chiquinquirá, pero que se han
convertido en parte de la fiesta decembrina y se escuchan en todo el país. Empiezan
a sonar en las radios sobre septiembre y con ellas despiertan las ganas de
fiesta.
Desde hace unos 15 años
aproximadamente, el 21 de diciembre llega, procedente del norte de Europa, el
Espíritu de la Navidad; de manera que se limpia muy bien la casa, se encienden velas
de color azul y aromas de mandarina o limón, y se abren las ventanas entre las 10:00 y las 12:00
de la noche.
Esa noche se escriben, en pequeños trozos de papel,
deseos de bienestar y paz mundial, y también personales, y se guardan hasta el
año siguiente. Se queman además los deseos del año anterior que se han cumplido,
y se dejan pendientes lo que están por cumplirse.
En un ritual hermoso en el que parece que el fresco
navideño, que impera en la época, trajera a través de las ventanas una
esperanza, una ilusión diferente.
Hace años, las familias celebraban
las fiestas en la calle, después de
asistir a la Misa de Gallo, sacaban sus mesas, sillas, luces y comida, y se
reunían con los vecinos. Cantaban villancicos y parrandas, un género musical en
el que se expresan las vivencias de la temporada, y que solo se escucha en esta
época.
Lamentablemente, hoy, de todo aquello solo quedan las
patinatas que, por supuesto, ya no se hacen en la noche, y las parrandas,
aguinaldos, gaitas y villancicos propios como “El burrito sabanero” o “Si la
virgen fuera andina”, suenan en las radios y televisoras, y solo se cantan en
vivo en las calles de algunos pueblos pequeños, donde la inseguridad es menor.
Unos días antes de Noche Buena se
preparan las hallacas, una comida típica que solo se hace para Navidad y que surgió
al mezclar dos culturas: la indígena y la española.
Para hacerlas son necesarias hojas
de matas de plátano, pasadas por el fuego, limpias, cortadas en trozos y se
unta una parte con aceite y onoto, sobre ella se pone masa de maíz amarillo
hecha con caldo de gallina o manteca de cerdo, se extiende y se rellena con un
guiso hecho con carne de cerdo, gallina, ternera, aceitunas, uvas pasas, tocineta,
cebolla y pimentón, y luego se cierra de forma que la masa cubra todo el guiso,
se envuelven bien dentro de la hoja de plátano, se amarran y se cocinan en agua
hirviendo, cuando están listas se guardan en la nevera.
El día que se hacen se reúne la
familia y es muy bonito porque todos colaboran y bailan al ritmo de gaitas y
parrandas, entre cafecitos, cubatas, cervecitas... y, por supuesto, ese día se
prueban en medio de la fiesta y unión familiar.
Cuenta la historia que los
indígenas que conocían la hoja de plátano y el maíz, se acercaron a los
españoles en la época de la colonia para pedirles de su guiso, como no hablaban
la lengua, llegaron con la masa extendida y les hicieron señas con la mano como
diciendo allá – acá, y así nació la hallaca.
Las hallacas están presentes en la
cena de noche buena y la comida de Navidad, y se acompañan por pernil de cerdo
al horno, ensaladilla de gallina y pan de jamón.
Cena de Navidad venezolana
El pan de jamón es un pan largo entre
dulce y salado, que se amasa con un toque de papelón, el papelón está hecho con
caña de azúcar y así se le da el toque autóctono, la masa se estira y se
rellena con jamón york o serrano, aceitunas, uvas pasas, panceta, se enrolla y
se mete al horno.
Se hacen postres típicos, como el
dulce de lechosa, y otros en los que está presente la inmigración como el panettone
italiano, el turrón, las almendras, avellanas y nueces españoles, la tarta
negra alemana…
Aún hoy, con todos los problemas
que hay en Venezuela, me atrevo a decir que si alguien pasa Navidad y Fin de
Año solo es porque la inseguridad le impide salir, el miedo a volver de noche a
su casa, porque la gente en general es buena y siempre hay un familiar o amigo
con quien disfrutar de estos días especiales.
Se lanzan además muchos fuegos
artificiales y se hacen de forma espontánea e individual, tanto quienes viven
en urbanizaciones de la alta sociedad como quienes residen en los ranchitos más
pobres. El 31, es realmente impresionante, empiezan sobre las 8 – 9 pm y a las 12 hay una gran explosión que dura
hasta la 1.
El 31 hay además alguien muy
especial a quién abrazar, y es a la madre, porque la sociedad Venezolana está
representada por la figura materna, el padre no suele estar muy presente, de
manera que todo el mundo va a darle el feliz año a su mamá.
Y ahora vamos a conocer un poco de
la Navidad en Perú, porque aun siendo países hermanos y viviendo la Navidad con
mucha alegría, tienen sus diferencias.
Comenzamos por la música Navideña,
y es que en Perú priman por sobre todo los villancicos, y, aun cuando cuentan
con diferentes grupos que los interpretan, hay uno que sobresale entre todos y
que ya tiene 40 años. Se llaman “Los Toribianitos” y está integrado por niños
que tienen entre 6 y 12 años. Durante el año interpretan diferentes ritmos:
cumbia, salsa… y en Navidad cantan villancicos hermosos y alegres, que son
parte indiscutible del folklore de Perú, como “El cholito Jesús” o “Marineras
norteñas”.
Se escuchan en todos lados y se bailan en los colegios, en eventos
públicos y en las casas, y para hacerlo se coloca al niño Dios en el centro y se
le da un rodeo bailando al son de la marinera, es un ritmo que tiene dejes de
flamenco como el zapateado y el arte de algunos movimientos, pero es diferente
y propio.
Estos villancicos son infaltables
en las fiestas navideñas y en los hogares peruanos, no importa en qué lugar del
mundo se encuentren. Son muy alegres y tiernos, y la gente los vive de verdad, eso
hace que sus Navidades sean realmente bonitas. Los escuchan, los bailan y son
días en los que disfrutan de la fiesta, de lo que significa la llegada de Jesús
al mundo y de la unión familiar.
En la cena de Nochebuena está
presente el pavo relleno acompañado por diversas ensaladas, entre ellas la de pallares
(alubias), terrada (remolacha), manzana… El niño Jesús permanece tapado en el nacimiento
hasta que llegan las 12, y se le descubre mientras se le canta un villancico, y
se toma chocolate con panettone en familia y enseguida se va a la Misa de Gallo,
algo tan importante que incluso se ponen carpas en los lugares alejados, donde
no hay iglesias, para conmemorarla.
En la Sierra, que es la parte más
indígena del país, hay una representación del Nacimiento que hacen los
indígenas y van vestidos como tal, el niño Jesús con su chuguito (gorrito), la
virgen María con su pollera serrana (falda), y san José con sus ojotas
(sandalias rústicas). Una representación indígena total que no tiene nada que
ver con la vida que lleva la gente de Perú pero que es la parte tradicional, la
historia.
Tienen además una tradición muy
arraigada e importante y es que la mamá le regala a su primera hija un
nacimiento que consta del niño Jesús, San José y la Virgen, y la niña le va añadiendo
figuras a medida que crece y lo pone cada Navidad en casa de sus padres,
incluso cuando ya es adulta y no vive con ellos. En caso de que se vaya fuera del país lo tiene que dejar en
herencia a alguien, puede ser una hermana... y esa persona lo sigue, a veces
incluso la hija de esa persona, y así llega un momento en el que tiene demasiadas
figuras y la familia decide reunirse para pararlo.
En Argentina se disfruta también
de las vacaciones de verano igual que en toda Sudamérica, 3 meses de vacaciones
que hacen que la gente esté llena de energía y ganas de vivir, y se reúnen en
familia, comen pollo relleno, asados, ensalada rusa, ensaladas de frutas con
helado, champagne, sidra, vino, panettone, nueces, almendras…
Resisten el calor con baños en
las piscinas o van a la playa, y cantan villancicos típicos, como Misa Criolla
de Ariel Ramírez en el que están presentes ritmos tradicionales de Argentina.
En Uruguay se repiten muchas de
las tradiciones del resto del mundo, ya que es un país nutrido de inmigrantes
europeos que han aportado sus tradiciones y costumbres.
Disfrutan también de las
vacaciones de verano y muchos viven estas fiestas en la playa. El 8 de
diciembre es el día oficial para poner el árbolito, y después de eso hacen las
compras navideñas.
Las familias se reúnen en
Nochebuena, y los más católicos acuden a la Misa de gallo que se hace a las 21
para que luego puedan disfrutar de la cena.
Los que van llegando a compartir
la cena de Nochebuena lo hacen con un regalo para cada uno de los demás, por lo
tanto los asistentes se juntan con montones de regalos, y, por supuesto, los
más favorecidos son los más pequeños, a los que visita algún tío o abuelo
disfrazado de Papá Noel.
Papá Noel llega a todos los
hogares, aun si es poco lo que puede llevar siempre va a llegar, así
sea con una palabra de aliento o cariño.
Cenan cordero, asado, pollo,
ensaladas, dulces, vinos, frutas abrillantadas, frutos secos… y no faltan las
bebidas “muy espirituosas”, como le dicen ellos.
En fin
de año brindan con sidra o champagne, y lanzan montones de fuegos artificiales
que iluminan el mar y producen un espectáculo fantástico. Luego los jóvenes se
van de fiesta y al día siguiente se reúnen todos de nuevo para seguir
disfrutando.
Bueno amigos, como os he
contado muchas cosas, me despido ya impregnada por ese toque de fantasía y magia que ahora alimentamos, y que necesitamos en el diario vivir…
¡Hasta pronto!
¡Hasta pronto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario