martes, 30 de diciembre de 2014

Tradiciones de fin de año

Tradiciones de fin de año

¡Hola queridos amigos!

Ya estamos muy cerca del fin de año y la mayoría de nosotros seguimos alguna práctica por tradición o por superstición, de manera que hoy quiero compartiros algunas de las costumbres que se siguen en diferentes lugares, por simple conocimiento o por si alguna os gusta y queréis ponerla en práctica.

Antes quiero comentaros algunas cosas que seguramente ya conocéis pero que me parecen importantes:

El primer punto donde se recibe el año nuevo es en un lugar desértico de la Antártida, y el primer país, con habitantes,  es el archipiélago de Kiribati, al noreste de Australia.

Isla de Kiribati



Lamentablemente, debido al cambio climático, el nivel del Pacífico está subiendo y Kiribati corre el riesgo de desaparecer, de manera que su presidente ha intentado encontrar un lugar de adopción para la población, y al parecer serán acogidos por Nueva Zelanda.

El último lugar en recibirlo es Honolulú, en Hawaii, y lo curioso es que no está muy lejos de Kiribati, pero el trazado de la línea internacional de cambio de fecha o cambio de día, hace que esto suceda... y la diferencia de vida entre las islas es un símil de la línea imaginaria que les separa para recibir el año.

Honolulu, Hawaii




De manera que cuando en España sean las 12 de la mañana, las islas de Kiribati recibirán el nuevo año, y continuará llegando en dirección este oeste a los demás países pasando por Asia, África, Europa y América, y concluyendo en Hawaii.

Las celebraciones más grandes de fin de año se realizan en Sidney, Hong Kong, Londres, Nueva York, París, Madrid, Moscú, Berlín, Tokio, Río de Janeiro, Sao Paulo y Valparaíso.

Valparaíso, Chile


Río de Janeiro




Cada año, El Danubio Azul, el vals más representativo del magnífico Johann Strauss, es interpretado por la Filarmónica de Viena, dirigida por alguno de los mejores directores de orquesta del mundo, y pone magia a los últimos minutos de la Nochevieja y a los primeros del año nuevo, mientras la gente brinda con champán, se besa y lanza fuegos artificiales, serpentinas y confeti.

Y es que entre las costumbres más extendidas está el brindar con champán, cava o sidra, porque las burbujas representan a la felicidad que todos queremos tener y compartir.

Las 12 uvas al compás de las campanadas es la tradición más seguida. Se originó en España, y se dice que tuvo su origen en 1909, a raíz de una producción excesiva de uvas, aunque hay documentos que la sitúan en 1897. Una tradición que se practica también en Portugal, y algunos países de América Latina, como México, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Perú, Chile, Colombia, Costa Rica…  

El Sol, Madrid



Hacerlo atrae la buena suerte, si se terminan las uvas antes de que deje de sonar la última campanada, y el número 12 está relacionado con los 12 meses del año y la hora en que se termina un año y comienza otro. Una costumbre que hace que durante la última noche del año se consuman más de 500 millones de uvas en todo el mundo.

En algunos países como España e Italia, se usa ropa interior roja para atraer a la buena suerte y al amor en un futuro próximo. 

En parte de Latinoamérica como Perú, Colombia, Venezuela… se usa lencería amarilla para la prosperidad y bonanza económica y con frecuencia se pone del revés.

En México utilizan ambos colores, el rojo para el amor y el amarillo para el dinero.

También en Perú, Venezuela, Colombia, México, Argentina, y otros países de Latino América, hacen muñecos que representan al año viejo, y los queman.




Es muy común además lanzar fuegos artificiales para iniciar el año con ambiente de fiesta, además de abrazarse entre familiares y amigos, y desearse muy feliz año. En Venezuela no solo se desea feliz año a principio de año, si no que se hace incluso hasta febrero si no se había visto antes a la persona.

En Uruguay se lanza un balde de agua desde el balcón para deshacerse de las energías negativas.

Para no tener problemas económicos podemos meter una joya en la copa con que brindemos, y si es champán mejor.

Podemos escribir tres deseos en trozos diferentes de papel, y para que se cumplan los mantenemos pisados mientras se acaba el año y los quemamos al inicio del nuevo.

Durante el día podemos iniciar los rituales encendiendo velas de colores, dependiendo de lo que necesitemos elegiremos el color: para la paz la encenderemos azul, para la prosperidad amarilla, para la pasión roja y para los estudios naranja.

Limpiar la casa barriéndola de dentro hacia fuera, y en la noche abrir puertas y ventanas, permitirá que nos deshagamos de todo lo malo y entren nuevas energías y suerte.

Podemos atraer los viajes de dos maneras, la primera es recorriendo las habitaciones de la casa con una maleta la noche del 31, y dejándola luego al lado de la puerta principal hasta el primero; y la segunda, que se pone en práctica en Venezuela y México, consiste en salir con la maleta a la calle, y cuanto más lejos lleguemos más largo será el viaje que hagamos.

Es muy conocida la costumbre de besarse bajo una rama de muérdago. Se dice que atrae la fertilidad, el amor, la paz y la salud, porque el muérdago es una planta que permanece verde durante mucho tiempo y se reproduce con facilidad. Sus propiedades curativas y místicas eran ya conocidas por los celtas, y los escandinavos declaraban la paz a sus enemigos bajo una rama de muérdago.

En el siglo XIII, los ingleses se encargaron de extender la tradición, y por eso vemos que lo hacen en las películas, y en sus casas. Generalmente la rama está adornada con lazos, y para que el ritual tenga efecto se debe retirar uno de los frutos cada vez que se besa a alguien, y sustituirla por otra cuando los frutos se acaban.

Los ingleses acostumbran además a visitar a sus amigos a comienzo de año y llevan dulces e incluso un trozo de carbón para la buena suerte, y muchos londinenses y turistas reciben el año junto al Big Ben, en la Trafalgar Square o en el Picadilly Circus, y se abrazan al ritmo de la canción escocesa “Auld Lang Syne”,  que quiere decir desde hace mucho, o hace mucho tiempo.



También en Francia se besan bajo la rama de muérdago, cantan y bailan tras una gran cena a la que llaman “Réveillon de la Saint-Sylvestre” que comparten con amigos, muchos se van a los Campos Elíseos y a las inmediaciones de la Torre Eiffel y hacen ruido con pitos… y se abrazan.

En Italia se incluye un plato de lentejas para la suerte en la cena de Nochevieja, además de regalar lencería roja, y los romanos y napolitanos arrojan los trastos viejos por la ventana, como símbolo de un pasado que se ha terminado.

En Alemania sirven mucha cena y la tradición es dejar algo sin comer para contar con alimento para el año nuevo. Brindan además en honor a San Silvestre y lanzan fuegos artificiales.

En Dinamarca rompen la vajilla que han utilizado para la cena y en la última campanada se suben a una silla y saltan. El primer visitante del año es quien llega con la suerte.

En Escocia prenden fuego a un barril, y lo hacen rodar por las calles envuelto en llamas.

En Filipinas la gente se viste de lunares para atraer el dinero ya que las monedas son redondas, y en Australia atraen la suerte haciendo mucho ruido al recibir el año.

Sydney




En Japón practican una tradición conocida como “Joya no kane”, que consiste en despedir el año haciendo sonar 108 campanadas en los templos budistas, y es que este número es el que simboliza los defectos humanos.

En China el Año Nuevo llega en febrero, dura nueve días y es la fiesta más popular del país. Para la suerte limpian muy bien las casas y hacen bailes de dragones con fuegos artificiales, de esta forma alejan a los malos espíritus.

En India dan inicio al nuevo año colocando infinidad de lamparas en las casas, templos y jardines. Para ellos la luz representa el triunfo del bien sobre el mal y con ella agradecen todo lo bueno que hay en sus vidas. Lo conmemoran con una festividad y un tiempo de reflexión que dura cinco días y tiene lugar entre octubre y noviembre. Es la Festividad de la Luz, Diwali.

El Rosh Hashaná, es el nombre que recibe el año nuevo judío. Tiene fecha movible y lo conmemoran entre septiembre y octubre. El día de año nuevo hacen sonar el “shofar”, que es un cuerno de carnero, y con su sonido representan el toque de trompeta que se hace cuando un pueblo corona a su rey, y es que para ellos lo más importante de esta fecha es enfatizar que dependemos de Dios porque él nos creó y nos sustenta, y nosotros somos los que hacemos que su presencia se sienta en el mundo.

Para la buena suerte comen un trozo de manzana con miel, y ello les asegura un año dulce. Los alimentos significan las bendiciones del año venidero, y se bendicen unos a otros para que todo sea positivo.

En Tailandia celebran el año nuevo entre el 13 y el 15 de abril, y acostumbran a lanzarse cubos de agua para atraer la lluvia para el año siguiente.

En la zona costera de Brasil algunas personas se visten de blanco y saltan sobre 7 olas, a la media noche, y al hacerlo piden 7 deseos. Otros bañan sus pies en el mar, y las sacerdotisas de Copacabana encienden velas y lanzan al mar barquitos con flores, si el mar los lleva es presagio de buena suerte, tradiciones que llegaron durante la época de los esclavos.

En Sudáfrica se hacen sonar las campanas, se lanzan fuegos artificiales, se disfrazan y bailan a ritmo de carnaval para espantar a los malos espíritus, una costumbre que también se practica en Guinea y otros lugares de África.


Tras este paseo por lugares lejanos y de diferentes culturas, donde la constante es la fiesta, la diversión, la amistad, el deseo de todo lo positivo, las bendiciones, los fuegos artificiales y la limpieza para librarse de todo lo malo, elegimos nuestro nuevo ritual o nos quedamos con lo que ya practicábamos. En todo caso, conocemos un poco más de este pequeño gran mundo que nos rodea y continuamos con nuestro entusiasmo y ganas hacia el nuevo año, e, independientemente de si sacamos o no las maletas, lo cierto es que hemos aumentado nuestro equipaje  con todo lo bueno y lo no tan bueno que nos ha sucedido este año, y nos ha dejado nuevas enseñanzas. 

Muy feliz año para todos, y que vuestros mejores sueños se conviertan en hermosas realidades.


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