¡Hola queridos amigos!
Ayer, domingo 25 de mayo, hemos tenido la oportunidad de
elegir a nuestros representantes en el Parlamento Europeo. La verdad es que
voté porque sé que es importante, porque, aunque nuestra influencia es ínfima,
la suma total decide el destino de Europa, y con ello el de España.
No había pensado escribir nada al respecto porque la forma
como se enfoca la política no me gusta, y me desagradan las actitudes de gran
parte de los hombres y mujeres que pertenecen a este medio. Puedo añadir además
que me han decepcionado porque, aun cuando tienen que enfrentarse con
situaciones complicadas, tomar
decisiones duras y solucionar problemas difíciles, muchos de ellos juegan con
los destinos de la gente, de las naciones… cambian el deber por la
conveniencia.
Los políticos y los poderes tienen en sus manos nuestros
destinos, nuestro hoy y nuestro mañana, de manera que quiero comentar los
resultados, no con números, porque creo que lo más importante es lo que he
observado en la gente, en la reacción, en el porqué.
Me inquieta el futuro.
Me preocupa lo que estamos viviendo, aunque no es nada nuevo, ya que los
problemas, las divergencias y los intereses propios y colectivos de los grupos,
han sido los que han movido al mundo desde siempre. Ahora, sin embargo, hay una
diferencia importante y se llama internet.
A través de esta vía de
comunicación, junto a la prensa y los medios audiovisuales, podemos saber en
instantes qué pasa, qué se hace... y esto es una gran ventaja
porque nos permite saber qué hacen y deciden nuestros políticos en breve
tiempo, podemos estar informados sobre quien son, y votar al que más nos gusta. En nuestra decisión influyen: que haya dicho lo que queríamos escuchar, si comparte
nuestros ideales, si tiene carisma…
Esto no estaría mal si el discurso fuera sincero, si las
actuaciones fueran honestas, si más allá de buscar ganar elecciones, actuaran
con el convencimiento de que su trabajo es sacar adelante al país al que
representan, por el que se metieron en política. Que su función es trabajar por
todos los que le votan, por quienes trabajan para que puedan cobrar su sueldo,
y no solo apoyar los interese de los grandes poderes, con lo que propician la
generación de brechas económicas
insalvables, de pobreza, miseria e ignorancia.
Pobreza, miseria e ignorancia, que tarde o temprano juegan
en contra de quienes la crean, y de la nación, y terminan dando fuerza a quienes fueron
menospreciados por los que pensaron que siempre estarían arriba.
Lamentablemente, dentro de la euforia y ese sentimiento de
superioridad que, generalmente, les caracteriza, no piensan que cuando los que
están abajo suben, es en el momento en que sus hijos y nietos podrían disfrutar
del país próspero que, ellos, debían haber creado si hubieran hecho su trabajo
como tenía que ser.
El primer paso para ese momento en el que los grandes se
desarman está dado. No pretendo ser profética ni adivina, pero lo he vivido
antes. El pueblo acaba de dar su aviso en las urnas a los políticos, a todos,
no a los que están, también a los que estuvieron. Les ha dicho que está
cansado, que no está dispuesto a seguir tolerando el abuso, porque sí, los
señores políticos han abusado. No quiero decir con esto que quienes vengan no
lo harán, porque en realidad solo pido que no sean peores.
No olvidemos nunca que en nuestra democracia podemos votar, y
eso es muy, muy importante, y además confiamos en los resultados, que es lo más
importante del proceso. Una confianza que no existe donde gobiernan falsos
profetas.
También hemos dejado de estar al borde del rescate. Un logro
que ha sido alcanzado gracias a los bolsillos del pueblo, no a los esfuerzos de
los políticos.
El pueblo ha sido quien renunció a necesidades básicas como la educación, porque sí, muchas veces ha faltado dinero para pagar a un
profesor, pero no ha faltado para pagar un boleto en primera clase a Bruselas.
La gente del pueblo es quien ha dejado incluso de tomar medicinas y cuidar su salud, pero seguimos teniendo más cargos políticos que cualquier otro país de Europa…
Hay cientos de miles de desahucios a familias pero se salva a la banca, cuando con ese dinero se podían haber pagado las hipotecas, se salvaba a la banca igual, y luego se cobraba la hipoteca a las familias y se recobraba el dinero… Si esto no es viable que nos expliquen por qué... ¿Para qué tantas autonomías?... y un largo etc.
La gente del pueblo es quien ha dejado incluso de tomar medicinas y cuidar su salud, pero seguimos teniendo más cargos políticos que cualquier otro país de Europa…
Hay cientos de miles de desahucios a familias pero se salva a la banca, cuando con ese dinero se podían haber pagado las hipotecas, se salvaba a la banca igual, y luego se cobraba la hipoteca a las familias y se recobraba el dinero… Si esto no es viable que nos expliquen por qué... ¿Para qué tantas autonomías?... y un largo etc.
Me gustaría preguntarles además si en algún momento se han
visto a sí mismos como seres terrenales, sustituibles.
Desde hace tiempo se habla de terminar con el bipartidismo, pero tal parecía que no había llegado a sus oídos, porque ni unos ni otros hicieron nada por evitarlo, y hoy se encuentran frente a un señor que aglutina a buena parte de los descontentos, y que en solo cuatro meses ha logrado 5 escaños. Algo que seguro no creían posible.
Desde hace tiempo se habla de terminar con el bipartidismo, pero tal parecía que no había llegado a sus oídos, porque ni unos ni otros hicieron nada por evitarlo, y hoy se encuentran frente a un señor que aglutina a buena parte de los descontentos, y que en solo cuatro meses ha logrado 5 escaños. Algo que seguro no creían posible.
Ese alguien tiene carisma, dotes de líder, y, como dijo mi amiga Anabel, los jóvenes vieron en él al líder que necesitaban... Es mediático, se
refiere a los demás partidos como "la casta", se define como
progresista, apoyado por los integrantes del 15M, los mismos que no querían
saber nada de partidos políticos… y la verdad es que todo esto me recuerda a
alguien.
Alguien de quien he escrito otras veces y que, lamentablemente, no me
gusta nada porque ha transformado a mi país de adopción en un lugar en el que
no hay comida en los supermercados, no hay agua en las casas, se corta la electricidad,
se duda de los resultados de las elecciones, su moneda vale muy, muy poco, pero
lo peor de todo es que el pensamiento y la vida de la gente valen muchísimo
menos, por
algo se mata a los estudiantes que salen a manifestar, 41 fallecidos entre
febrero y mayo de este año, 2014, y el total de muertes violentas del 2013
suma, oficialmente, 24.763…
La reacción de la gente, frente a los resultados
electorales, ha sido eufórica y se escuchan y leen comentarios como: “Fin del
bipartidismo”, “Por fin una lección para
PP y PSOE”… y me pregunto si esto es para celebrar o para analizar, pensar y
rectificar…
¿De verdad queremos para nosotros
y para nuestros hijos, un país gobernado por ideales afines a los gobiernos de
Venezuela, Cuba e Irán?... Si la respuesta es afirmativa, probablemente deberíamos
informarnos un poco más sobre lo que realmente allí sucede. Leer informaciones
de uno y otro bando, porque sí, hay dos bandos, como en las guerras… y hacerlo
con mente crítica y analítica.
Por otra parte, me gustaría saber qué sienten los señores
del PP y del PSOE, ¿Rectificarán, se unirán y buscarán hacer mejor las cosas?,
¿seguirán como hasta ahora en sus trece?, porque si es así nos espera lo que
pasó en Venezuela, que era uno de los países más ricos y desarrollados de América.
Seguro estaréis pensando que España no es Venezuela. Cierto, pero muchísimas
veces escuché que Venezuela no era Cuba, y ya se raciona la comida…
Está claro que España no está sola, está en Europa, pero eso
puede cambiar…
He escuchado decir a algunos que el Sr. Iglesias es mediático, que
se ha hecho publicidad por las redes, que los medios de comunicación lo han
tenido todo el tiempo en tertulias, que eso le ha ayudado. Es cierto, pero es
que los mismos medios tienen a los políticos del PP y del PSOE todos los días
en sus pantallas, en sus páginas, y lo triste es que poco de lo que nos dicen es bueno.
Nos hablan de casos de corrupción, que al poco tiempo pasan a la
historia sin conclusión alguna, sin que nadie devuelva lo que robó. Nos hablan
de las medidas que nos afectan y nos empobrecen, aunque a la larga sea lo que
hacía falta, pero eso no es lo que vemos, porque nadie nos lo hace ver. No nos
hablan de lo que esperamos, de que alguien más que el pueblo sea sacrificado. No nos dan ejemplo de buen proceder…
Entonces señores, ¿cómo
pretendemos que alguien que ofrece cambiar esto no sea votado?
Le votaron muchos de esos jóvenes que acudieron por primera vez a las urnas. Chicos que manifiestan su descontento con el mundo que encuentran.
No tienen experiencia ni saben mucho de la vida, pero están hartos de los
políticos que conocen y sus acciones. Muchachos que tienen sueños, que necesitan un empleo, un mejor país y que van a
por él. También gente de más edad que se siente defraudada, y con razón, sea
cual sea su motivo…
Gente que elige un cambio, que emite un voto castigo, gente
harta, defraudada, gente que por razones que no deberían existir, cambia de
pronto el rumbo de un país.
Me preocupa lo que está pasando, mucho, porque, aunque soy emigrante por naturaleza y no me asusta volverlo a hacer, amo a este país, a
España, y por nada del mundo quisiera verla como está Venezuela.
Ojalá que esto sirva de lección y que los dos grandes
partidos rectifiquen, que sean tan mediáticos como puede serlo cualquier
contrincante, pero para bien, trabajando unidos, dándose la mano por el presente
y el futuro del país, de ellos y de nosotros, no que sea algo que comenten ahora y luego
empiecen con sus diferencias y su quítate tú para ponerme yo.
Ojalá que siga la democracia, que sigamos
confiando en nuestras elecciones, que sigamos disfrutando del bienestar que,
dentro de todo, aún tenemos.
Ojalá que dejemos de lado la soberbia, el orgullo, que
legislemos en lo que hace falta, no en reprimir, si no en construir, y que
trabajemos por ello. Ojalá que la basura televisiva y el efectismo de los
medios se canalicen con fines informativos y educativos.
Ojalá que todos
alborotemos menos y difundamos más lo positivo para que nos contagiemos con
ello.
Ojalá que dejemos la demagogia, las mentiras, que la
justicia sea justa y se logre lo que esperamos. Habrá algunos sacrificados, que
seguramente son amigos de, pero que lo tienen merecido y por lo tanto deben
pagar por ello, no seguir burlándose de nosotros.
Hasta la próxima amigos.
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