¡Hola amigos!
¿Qué puede ser más grato que estar sentados sobre el banco
rústico de un merendero de madera, bajo la sombra de gentiles pinos floridos,
cubiertos por jóvenes hojas recién brotadas? Muy cerca de árboles entre los que vuelan
pequeños, entusiasmados y alegres gorriones, verdecillos y mirlos, que nos alegran
con sus acrobacias, juegos y cantos...
Así damos inicio a la primavera, rodeados de paz, de brisa
suave y de sol que acaricia y entibiece los cuerpos anhelantes, aún fríos por el
invierno que ansiábamos despedir.