jueves, 7 de febrero de 2013

Amor incondicional


¡Hola queridos amigos y lectores!

Estoy segura de que tienen, sienten o sueñan con un amor que brote del alma, que sea sincero, auténtico y carente de egoísmo. Así es el amor incondicional; lo encontramos en la gente maravillosa que hace lo que está a su alcance, y aporta un valor incalculable a la sociedad, incluso desde el anonimato. Es el amor que conocemos muchos, muchísimos; de otra forma, el mundo no sería lo que es.

Entre los seres que sienten y entregan amor incondicional están nuestras mascotitas. Pensando en ellas, en lo mucho que dependen de nosotros y de lo bueno o malo que les queramos hacer, intenté imaginar qué nos dirían, si pudieran hablar o transmitirnos, de alguna forma, su sentir.  
  
La fotito que decora el blog, del lado derecho, es de nuestro pequeño perrito. Llegó a casa hace ocho años y ocho meses, cuando mi hermana decidió que mi hija necesitaba un hermanito. Así es ella, decidida. Lo cierto es que tuvo mucha razón, porque en eso se ha convertido. En uno más de la familia… que siente, necesita, comparte, es feliz y entrega.

Es tan noble, que cuando estoy triste lo tomo en brazos y me reconforta con su cercanía y su calor; puedo llorar, hablarle o permanecer en silencio, él respeta mi elección. Es tan importante, que nos encanta cuando lo vemos saltar y mover su colita de emoción, por razones tan simples como nuestra llegada, recibir una galletita o salir a la calle. Es tan sentimental que agacha su colita y mira con tristeza cuando nos vamos, y no lo llevamos; y tan especial, que si le regañamos se acerca para que lo queramos, como siempre. Por todo esto y mucho más, interpreto su sentir así:


Amor incondicional 


No soy filósofo ni siquiera orador,

soy tu perrito y te doy todo mi amor.

Entusiasmado y alegre te manifiesto,

lo importante que me siento ante un simple gesto.

Contigo a mi lado estoy feliz y contento,

cuando te vas me invaden la tristeza y el aburrimiento.

Como puedo te hablo, aunque a veces no me entiendas,

y con actitud retozona busco que me atiendas.

Vida y felicidad hallo al entregarme sin medida ni condición,

amarte es la razón que estimula el latir de mi corazón.

Nada es más importante que tu compañía…

Mis orejitas se muestran atentas ante tu pena o tu alegría.

Eres magia que desborda mi orgullo y mi dicha,

con tu enfado me hundo en la desdicha.

Eres lo único que tengo en el mundo,

si me abandonas… quedaré perdido, moriré vagabundo.

Un universo de interesantes aventuras creas para ti, 

mi gran fortuna es que en él me incluyes a mí.

Dueño de mi destino, amo de mi abnegación,

pasear contigo es del existir la divinización.

Juntos somos armonía y derroche,

felices en el día, seguros en la noche.

Eres el mejor médico cuando me aquejan los males,

con una mirada y una caricia… dejan de ser mortales.

No habrá jamás quien te pueda sustituir,

ni presencia alguna que haga más feliz mi vivir.

MQA

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