jueves, 11 de julio de 2013

Gente especial y maravillosa


¡¡¡Hola queridos amigos!!!


Hoy conversaremos un poquito sobre la gente especial y maravillosa que nos rodea. Esa que colorea nuestra vida y hace que experimentemos sentimientos infinitos, que soñemos y hagamos todo lo posible por convertir en realidad cada ilusión, cada meta, cada deseo.

Es la gente que  nos impulsa, nos motiva, nos llena. Alguna lo hace a tal punto que no podemos ni queremos imaginar cómo sería nuestro vivir sin ella. Es nuestro por qué y por quién, el motivo… La musa que nos inspira a hacer locuras, cambios; a tomar ciertas decisiones y a emprender nuevas creaciones. Es la magia que nos permite sentir y vivir el amor real, el auténtico, el que perdura y echa raíces. El que siembra y espera la cosecha que le hará feliz, sin importar cuál sea.

Así lo sentimos, así lo vivimos. Así recorremos este camino difícil y asombroso que es el vivir, acompañados siempre por el aliciente, el amor y la compañía de nuestra gente especial.


Su triunfo es nuestro, su pena es nuestra, su lucha es nuestra…  Suyo es nuestro triunfo, suya es nuestra pena y suya es nuestra lucha. Por eso es nuestra gente especial.

Especiales son los amigos que nos hacen reír, alegrarnos, que nos sorprenden gratamente con sus logros, con su llamada, con su compañía, con el comentario cariñoso que recibimos, incluso desde lejos; con las fotos que nos muestran para que compartamos sus momentos preciados, sus aventuras, su vida…

Y son aún más especiales cuando les acompañamos en su llanto, cuando están vulnerables, cuando necesitan que les escuchemos, que les apoyemos, y lo hacemos de corazón, con sentimiento… Aunque con ello no podamos aliviarles.

Los que hace mucho que conocemos y por ello los queremos y entendemos, porque hemos caminado juntos por los mismos senderos, y, a veces, en los mismos zapatos…

Y son especiales aquellos que encontramos hace poco, pero comparten con nosotros lo que es importante y querido para ellos. Sentimos que nos valoran y los valoramos, y disfrutamos de sus alegrías, de sus momentos hermosos, y lamentamos, sinceramente, cuando les toca vivir alguna tristeza. Están ahí y estamos aquí.

Especial es la familia que no vemos con frecuencia pero que nos entrega su bienvenida franca, su café cariñoso o su gran comilona, como se suele hacer en España. La que no tiene pretensiones pero si bellas atenciones, palabras en las que hay que leer y abrazos que no está acostumbrada a entregar, pero que hallaremos en el chato de vino o en el vaso de agua que nos ofrecen encantados por nuestra visita.

Especial es el que nos regala su sonrisa, su saludo, el que hace un comentario agradable o un gesto amable, aun si no le conocemos, y el compañero de trabajo que nos hace reír en medio de la rutina diaria, del estrés o la preocupación.

Hay mucha, mucha gente especial que nos entrega su magia, con la que descubrimos, aprendemos, crecemos…  Gente que con pequeños detalles hace que el mundo sea un lugar mejor y que nuestra vida tenga color.

Mi poema de hoy es uno de esos detalles que hacemos para algunas de las personas que forman parte de la gente que es sumamente especial en nuestras vidas. Esa sin la que no podemos ni queremos imaginarnos… A la que intentamos hacer feliz día a día ofreciéndole pequeñas cosas como: la comida que le gusta, el juguete que quiere, llevándola a la clase, complementaria, que creemos será provechosa para su futuro. Componiéndole una canción que no estará en el top ten pero que se crea con tanto o más sentimiento que la número uno… Bordando su nombre con entrega, dedicación y amor infinito, en un cojín que verá a diario y hará de su cama ese lugar especial que le dirá cuánto le queremos, y nos recordará su tierna infancia a través del tiempo… o escribiendo un poema que le entregamos cuando aún no sabe leer ni entiende lo que le recitamos, pero que guardamos como si fuera una reliquia… Y en eso lo convertimos porque lo sacamos a la luz muchos años más tarde, cuando ya está en capacidad de compararlo con los de Antonio Machado o Pablo Neruda, y nos sentimos inmensamente complacidos por la tierna sonrisa que muestra al leerlo…

Hoy tengo la “autorización” para compartir ese poema con ustedes y me siento feliz de poder hacerlo… Da igual si son padres o madres y si tienen hijas o hijos, aunque está en femenino porque mi musa es una princesa preciosa, lo importante es que la intensidad del amor que sentimos es la misma y que nos hacen inmensamente felices...

Queramos, apreciemos y valoremos sinceramente a toda la gente especial y maravillosa que nos rodea, y si cuentan con pequeñitos a su alrededor disfrútenlos a más no poder, el tiempo vuela. Y... si ya son grandes, recuerden hermosos momentos con: “Te quiero mucho”



Ojalá que les guste y que disfruten del vídeo. :)


4 comentarios:

  1. Bello poema y video de nuestra peque, bien grande que ya esta!! orgullosos estamos de ella y siempre cuenta con nosotros!!! Te quiero muchooooooooo Sharon!!!!!

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    1. Sí, poco queda de esa peque, la esencia, el amor, la ternura... los recuerdos... Humm, sí, la queremos mucho, sigue siendo fantástica ;)
      Y también quiero mucho a otra peque que ya no es tan peque ;)

      Besitos :)!!!

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  2. Te quedo muy lindo el video, cargado de ternura y amor. Bueno la modelo ayudo mucho. El poema inmensamente bello.

    Besitos

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  3. Gracias!!!, sin la modelo, que además ha sido la musa, nada sería igual ;)... y tu cariño es el complemento para que todo te parezca tan lindo...

    Besitos :)

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